“Entonces
Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento
de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Génesis 2:7
INTRODUCCIÓN
De acuerdo con el
relato del libro de Génesis, el hombre es consecuencia de la creación de Dios, así
como creó los cielos y la tierra, también creó al ser humano soplando aliento
de vida para que fuese un ser viviente. Por tanto, entendemos que somos creación
de Dios, no obstante, hay otras personas que niega totalmente la creencia de
que el hombre fuese creado por Dios y sostienen que el ser humano es producto
de millones de millones de años de evolución. Si esto es así, ¿está
equivocada la Biblia respecto al relato de la creación de hombre por parte de
Dios? ¿Es la teoría de la evolución una ciencia de la cual podemos confiarnos?
Busquemos responder estas preguntas.
![]() |
An
1871 caricature following publication of The Descent of Man was typical of many
showing Darwin with an ape body, identifying him in popular culture as the
leading author of evolutionary theory.
|
Attribution: |
CHARLES DARWIN Y LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN
Charles Darwin nació
en 1809 en Shrewsbury, Inglaterra, estudió medicina en Edimburgo y luego
teología en Cambridge, aunque su verdadera pasión eran las ciencias naturales, a
los 22 años se embarcó en el HMS Beagle como naturalista acompañante del
capitán Robert FitzRoy y recorrió América del Sur, las Islas Galápagos,
Australia y África, observando fósiles, especies vivas y formaciones geológicas
que lo llevaron a cuestionar la idea de especies fijas. A su regreso, comenzó a
recopilar datos sobre la variabilidad de especies domésticas y silvestres,
luego, influenciado por el ensayo de Malthus sobre la población, formuló la
idea de la selección natural como mecanismo de evolución, hasta que en 1859
publicó el libro “Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural”,
o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida, desafiando
así la teología de la creación. Esta obra explica que los seres vivos no
aparecen de la nada y porque sí, sino que tienen un origen y que van cambiando
poco a poco en un proceso que llama, Selección Natural o Presión Selectiva.
Si esto es así significa que el relato de los primeros dos capítulos del libro
de Génesis está equivocado, ya que el hombre no fue creado por Dios, sino, es
el producto de miles y miles de años de evolución. Ahora bien, ¿podemos los
cristianos creer en la teoría de la evolución? ¿Realmente la teología de la
creación se ha equivocado? Respondamos estas preguntas.
ARGUMENTOS EN CONTRA DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN
Lo
primero que debemos comprender de la teoría de la evolución es que sigue siendo
una teoría,
es decir, no la podemos ver como una ciencia. Para que un postulado se
convierta en ciencia, primero se establecen las hipótesis o suposiciones, luego
se hacen las pruebas para confirmar su repetitividad y reproducibilidad en el
mundo, para posteriormente comprobar y estables leyes científicas bajo las
cuales se rigen estos fenómenos naturales. No obstante, la teoría de la evolución
solo se quedó en hipótesis que hasta el momento no se han podido demostrar. A
parte de esto, los postulados de la teoría de la evolución contradicen
afirmaciones científicas, consideremos algunas de ellas. Darwin propuso que las
especies evolucionan por selección natural, es decir, que los organismos
cambian gradualmente a lo largo del tiempo a partir de ancestros comunes, pero
para hacerlo lo hacen de un ser vivo ya existente y, por tanto, la vida no
puede venir de la nada, necesita un origen, pero: ¿cuál es el origen?
Esta pregunta no la han podido responder satisfactoriamente, algunos
han tratan de explicarlo a través de una evolución química que dio paso al
primer ser vivo unicelular. Al verlo así, pareciera que es producto del azar o
la suerte que de un coctel químico surgiera el primer ser vivo unicelular. Posterior
a Darwin surgió otra posición llamada: La teoría de la generación espontánea
que sostenía que ciertos seres vivos podían surgir de manera automática a
partir de materia inerte o en descomposición, sin necesidad de padres o
reproducción previa. Sin embargo, se ha probado científicamente que esto es
imposible. Al final, la teoría de la evolución es incapaz de responder la
pregunta: ¿de dónde proviene el hombre? ¿Cuál fue el origen del primer ser humano?
Imposible concebir que de la nada haya surgido el primer ser unicelular que después
de miles de años evolucionó a algo más complejo y perfecto como lo es la vida
hoy en día. En cambio, nosotros los cristianos creemos y entendemos que el
mundo y todo lo que en el habita fue creado por Dios: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”,
(Génesis 1:1).
Enunciados de la evolución versus la ciencia y la teología de la creación.
Por tanto, pudiésemos
comparar la posición del evolucionismo con nuestra teología de la creación y lo
que la misma ciencia dice para comprender que la teoría de la evolución no
tiene mucho fundamento racional o científico.
ü Enunciado evolucionista: Vida proviene de
la no vida (evolución a través de la generación espontánea).
ü Ley científica: Ley básica de la
Biología: Vida proviene de la vida
ü Teología de la
creación:
La vida proviene de un ser vivo, Dios: “Todas las
cosas por él fueron hechas… En él estaba la vida…”, (Juan 1:3-4,
RV60).
ü Enunciado
evolucionista:
La información de la vida proviene de la nada (Generación Espontánea).
ü Ley científica: El lenguaje del
ADN provee información genética precisa y específica para proteínas complejas
utilizando cuatro nucleótidos. Difícil creer que estos códigos genéticos no
provengan de una mente inteligente que los programo.
ü Teología de la creación: Dios, un ser
inteligente y provee la información genética para la vida, el creo a cada ser
vivo según su género y especie, cada una con sus características de los
definen, lo cual los científicos han descubierto en la cadena genérica del ADN:
“Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes
según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie.
Y fue así”, (Génesis 1:24, RV60).
ü Enunciado
evolucionista:
La vida va en un progreso, porque está evolucionando.
ü Ley científica: Ley segunda ley
de la termodinámica, la ley de la entropía establece: Todo sistema va
perdiendo energía y tiende a deteriorarse. Esta ley contradice el hecho de que
el hombre este evolucionando, antes la misma ciencia comprueba que todo tiende
a envejecer, deteriorarse y perecer.
ü Teología de la
creación: Por
causa del pecado, el mismo ser humano se encuentra en un proceso de deterioro: “Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por
fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día”,
(2 Corintios 4:16, NVI). Nuestro cuerpo envejece cada día, en lugar de
evolucionar y mejorar el hombre se deteriora no solo externamente, sino, su
moralmente, todo por causa del pecado. Además, la misma naturaleza atestigua el
deterioro que los años provocan en este mundo: “La
creación espera el día en que será liberada de la muerte y la descomposición, y
se unirá a la gloria de los hijos de Dios. Pues sabemos que, hasta el día de
hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto”,
(Romanos 8:21-22, NTV). Por tanto, la misma ciencia a través de la ley de la entropía
lo confirma.
ü Enunciado evolucionista: “La geología ciertamente no revela ninguna cadena
orgánica finamente graduada; y esto, quizás, es la objeción más grave que puede
presentarse contra mi teoría”. Estas palabras fueron escritas por
Darwin aceptando que su teoría carecía de valides a menos que se comprobara esa
cadena orgánica que lo demostrara o eslabón perdido como se le conoció mas
tarde.
ü Ley científica: Stephen Jay
Gould (1941–2002), paleontólogo, biólogo evolutivo, geólogo e historiador de la
ciencia dijo acerca de la evidencia fósil que confirme la evolución: “La mayoría de las especies muestran ausencia de cambios
bidireccionales durante su presencia en esta tierra. Aparecen
en el registro fósil luciendo muy parecidas a como eran en el momento de desaparecer,
el cambio morfológico suele ser limitado y sin dirección”. Además, agrega:
“Una especie no surge gradualmente en una localidad
mediante la lenta y uniforme transformación de sus antecesores, sino, aparece
de una solo vez y plenamente formada”. Con estas afirmaciones, este científico
confirma que no existen registros fósiles entre dos especies que parezca que están
evolucionado de un estado A a uno B, más bien todo apunta a que cada ser
existente o extinto, solo apareció, sin la evolución de un antepasado. En este
sentido, la ciencia se basa en la ley de la causalidad, nada ocurre por
capricho, suerte o por azar. Aunque han tratado de encontrar eslabones que
confirmen la evolución, los resultados han sido pocos, difíciles de aceptar o
creer, han intentado vincular peces con reptiles, dinosaurios con aves, monos
con humanos, ballenas con mamíferos, pero de allí, nada concluyente.
ü Teología de la
creación:
“Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde,
hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su
semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así… Dijo Dios: Produzcan las aguas
seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de
los cielos. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que
se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su
especie. Y vio Dios que era bueno… Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres
vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según
su especie. Y fue así. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y
ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su
especie. Y vio Dios que era bueno”, (Génesis 1:11, 20-21, 24-25). La
Biblia enseña que todo ser existente no fue el producto de una larga evolución,
sino, proviene de la creación de Dios, lo cual está más en armonía que las hipótesis
y dudas planteadas en la teoría de la evolución.
Desde
el siglo XIX se levantaron muchas propuestas acerca del origen de todas las
cosas, el origen de nuestro universo y, sobre todo, el origen de nuestra vida, todo
desde una perspectiva científica, haciendo a un lado la religión, abriendo paso a lo
que se conoce como la ciencia de los orígenes. La ciencia normal trata
de los fenómenos que se repiten una y otra vez en el universo y que obedecen a
leyes ya establecidas, pero se ha dicho que la ciencia de los orígenes estudia acontecimientos
que no se volverán a repetir, que son únicos y ocurrieron en el pasado. Los
mayores representantes de esta ciencia de los orígenes son:
1.
Origen del universo, explicado a través de la teoría del Big
Bang, figuras como Georges Lemaître y Edwin Hubble fueron clave.
2.
Para explicar cómo la vida se origino en este
planeta tenemos: Alexander Oparin y Stanley Miller, con su propuesta de la abiogénesis,
la teoría científica que busca explicar cómo surgió la vida a partir de materia
no viva.
3.
Para explicar cómo es que el ser humano está en
esta tierra, la teoría de la evolución de Darwin es el pilar
fundamental.
Como podemos ver,
todas son teorías que hemos estudiado en esta sección de apologética en otros
estudios, al final, el libro de Génesis sigue ofreciéndonos una clara revelación
de quiénes somos, cómo llegamos aquí y para dónde vamos.
¿TEOLOGÍA DE LA EVOLUCIÓN?
Como respuesta a
la teoría de la evolución que surgió en el siglo XIX, hubo algunos intentos por
parte de algunos teólogos anglicanos y católicos de conciliar esta postura con
la creación divina. Así llegaron a postularse algunas obras que hablaban de que Dios creo al ser humano a través del proceso de evolución. De esta forma, uno
de los primeros defensores de esta nueva teología, el jesuita y paleontólogo francés,
Pierre Teilhard de Chardin (1881–1955), propuso una visión en la que la
evolución conduce hacia una “noosfera” (esfera del pensamiento) y culmina en el
“Punto Omega”, una figura que representa a Cristo como el destino final de la
evolución cósmica. Otros como John F. Haught, teólogo católico estadounidense,
propone que la evolución es una historia que revela el amor creativo de Dios. Los
cristianos conservadores por otro lado seguimos creyendo en lo que el libro de
Génesis enseña, que Dios creó al ser humano, perfecto, aprendido, completo,
inteligente y con espíritu y alma, no fue el proceso de evolución que le ayudó
a perfeccionarse en el ser que es ahora, hoy en día, el diseño original de Dios
en el hombre está dañado por causa del pecado, solo Jesucristo puede restaurarlo
y perfeccionarlo hasta el diseño original que Dios planeó para él: “Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en
ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que
Cristo Jesús vuelva”, (Filipenses 1:6).
EL TRANSHUMANISMO
Como una
consecuencia del pensamiento evolucionista, surgió el transhumanismo. El
transhumanismo es una corriente filosófica, científica y cultural que propone
que los seres humanos pueden y deben mejorar sus capacidades físicas,
intelectuales y emocionales mediante el uso de tecnologías avanzadas. El
término “transhumanismo” fue popularizado por Julian Huxley, un biólogo
evolutivo, filósofo y humanista británico, en 1957, quien lo definió como “el hombre trascendiendo al hombre”. Su
objetivo es trascender las limitaciones biológicas de la especie humana,
incluso llegar a superar la enfermedad, el envejecimiento e incluso la muerte. Esto
lo quieren lograr a través del uso de biotecnología, inteligencia artificial,
nanotecnología, neurociencia y genética para potenciar el cuerpo y la mente, se
enfocan en la investigación de la longevidad radical, criopreservación y
transferencia de conciencia, hasta llegar a evolucionar hacia una forma posthumana,
más allá de nuestra condición actual. Si bien es cierto que la ciencia y tecnología
ayudan a la vida humana, difícilmente el hombre encontrara la forma de escapar
de los efectos del pecado, que es la muerte, solo Cristo puede otorgar lo que andan
buscando, la vida eterna y un cuerpo libre de limitaciones y debilidades.
%20(1).jpg)

No hay comentarios.:
Publicar un comentario