“Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos. Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre. Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían reunido. Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo; por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir? Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente, y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios. Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual mora en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; y cuando llegue, él te hablará. Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado”.
Hechos 10:24-33
INTRODUCCIÓN
Al proseguir a través del estudio bíblico del capítulo 10 del libro de Hechos de los Apóstoles llegamos al encuentro entre Pedro y Cornelio. Como ya lo hemos mencionado este capítulo es de gran importancia para nuestra fe e historia cristiana ya que presenta el surgimiento de la iglesia gentil, ya que hasta el momento esta se ha compuesta por solo judíos y samaritanos. Tan importante ha sido este mensaje que Dios ha obrado sobrenaturalmente para transmitirle, tanto a Cornelio, como a Pedro, la necesidad de que esta reunión se produzca.
.jpg)
Cornelio conoce a Pedro
Por Francesco Trevisani - http://www.istrianet.org/istria/illustri/trevisani/works.htm, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1804538
LA AUDIENCIA QUE ANHELABA ESCUCHAR EL MENSAJE
“Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos”.
Hechos 10:24
Si leemos bien desde que Cornelio envió los mensajeros a buscar a Pedro, nos daremos cuenta de que la llegada de Pedro tardo un total de 4 días. Primero, a eso de la hora novena (3:00 PM) Cornelio recibe la visita del ángel con instrucciones precisas de traer a Pedro, luego, ese mismo día envía hombres a Jope a buscarlo, luego, estos llegan al siguiente día a donde estaba hospedado Pedro, luego, ese mismo segundo día, Pedro hospedo a los mensajeros de Cornelio y partieron a Cesarea al tercer día, pero no fue hasta el siguiente día, el cuarto que llegaron a su destino: “Ido el ángel que hablaba con Cornelio, este llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado de los que le asistían; a los cuales envió a Jope, después de haberles contado todo. Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad... Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan... Entonces, haciéndoles entrar, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope. Al otro día entraron en Cesarea”, (Hechos 10:8-9, 19, 23-24). Durante 4 días Cornelio espero ansiosamente la llegada de Pedro, tiempo en el cual se dio a la tarea de invitar, no solo a su familia, sino, a muchos de sus amigos: Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos. Para Cornelio el mensaje que estaba a punto de escuchar era de gran importancia ya que sabía que venía de Dios, cuanto bien haríamos todos nosotros al darle al mensaje del evangelio la importancia que merece. Lamentablemente hoy en día muchas personas ven el mensaje bíblico como una filosofía o pensamiento religioso más, no le prestan la atención y reverencia que este merece, sus preceptos de vida no son ignorados y prefieren adoptar principios aristotélicos, darwinianos, estoicos, budistas o de cualquier otra línea de pensamiento, menos de la Biblia. No decimos que algunos de estos principios no posean algún tipo sabiduría y que estos estén alineados con los principios de las Sagradas Escritura; pero, al final, algunos prefieren buscarlos fuera de las páginas de la Biblia y entre uno u otro buen consejo adquieren ideologías anticristianas. Como Cornelio nosotros los cristianos debemos atesorar el mensaje bíblico y compartirlo con nuestras familias y amigos, debemos orar porque el hombre de hoy valore este mensaje que tarea salvación a su vida, que comprenda que sus preceptos y principios no se desprenden de la sabiduría humana, sino, fueron los santos hombres de Dios que siendo inspirados por el Espíritu Santo escribieron estas cosas para nuestra salvación: “porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”, (2 Pedro 1:21).
LA ADORACIÓN Y GLORIA ES RESERVADA ÚNICAMENTE A DIOS Y NO A HOMBRE
“Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre”.
Hechos 10:25-26
Cuando Cornelio vio a Pedro, se acercó apresuradamente a él y lo reverencio, sin embargo, Pedro enfatiza que no hay nada por lo cual deba hacerlo, ya que es un hombre como él: Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre. Muchas versiones de la Biblia, así como lo está haciendo la RV60 traducen la acción de Cornelio como: ... y postrándose a sus pies, adoró; sin embargo, traducirlo como, “adoró”, quizás no es la mejor traducción. Esta palabra se traduce del griego prosekunesen (προσεκύνησεν), la cual hace referencia, no a adorar, sino, a rendir homenaje. En este sentido, la Reina Valera Contemporánea lo traduce de una manera más fiel al significado del texto: “En cuanto Pedro entró, Cornelio salió a recibirlo y, arrodillándose delante él, le rindió honor”, (Hechos 10:25, RVC). El acto de Cornelio, siendo un centurión y ciudadano romano, que está dispuesto a arrodillarse para rendirle honor a un judío, muestra lo convencido que estaba de que Pedro le traía un mensaje especial de parte de Dios y, por tanto, lo considera alguien especial; no obstante, la actitud de Pedro de negarse a tal cosa nos enseña la humildad que los siervos de Dios deben tener, por muy usados por Dios, toda la honra y gloria debe ser para Dios. Hoy en día existen hombres y mujeres que se creen ungidos de Dios y por tal motivo se exhiben como una especie de heraldos privilegiados y superiores al resto del pueblo, aman ser reverenciados y a veces hasta adorados por el mismo pueblo, cuando realmente el único que merece la adoración es nuestro Señor Jesucristo.
PEDRO ROMPE LOS PREJUICIOS RELIGIOSOS DE MILES DE AÑOS
“Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían reunido. Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo; por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir?”.
Hechos 10:27-29
Cuando Pedro llego a la casa de Cornelio, este vio que muchos eran los que estaban reunidos allí para escuchar su mensaje, ahora, Pedro no había llegado solo, con él otros judíos convertidos le acompañaban: “... Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope”, (Hechos 10:23). De inmediato Pedro les explica como obedecía la orden de Dios de llegar hasta ellos: Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo; por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir? Podemos decir que la diplomacia no era lo de Pedro, la verdad es que para que estuviese allí, Dios se lo mostro a través de una visión donde le enseñaba que no había ya más cosas inmundas que el Señor no pudiese santificar y menos tendrían que ver a los gentiles con otros ojos y no como paganos excluidos de las promesas de Dios. Ya vimos como por medio de la visión el Señor quito los prejuicios religiosos que tenía, prejuicios que tenían no menos de 2,000 años de antigüedad, de no ser así, lo más seguro es que Pedro no se hubiera atrevido a entrar en la casa de un gentil, menos, en la de un romano. Por eso les dijo y pregunta la razón por la cual lo han mandado a llamar: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo ... ¿Por qué causa me habéis hecho venir?
LA DISPOSICIÓN DE CORAZÓN PARA ESCUCHAR EL MENSAJE DE DIOS
“Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente, y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios. Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual mora en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; y cuando llegue, él te hablará. Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado”.
Hechos 10:30-33
Ante la pregunta de Pedro, Cornelio le relata todos los hechos sucedidos desde hace 4 días atrás, le cuenta la visión que tuvo del ángel, como le dio instrucciones específicas para buscarlo y mandarlo a traer y, sobre todo, muestra la enorme disposición que tanto su familia, amigos y él mismo tenían de oír el mensaje que Dios le había mandado: Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado. La convicción de Cornelio de estar ante la presencia de Dios y su disposición de oír la palabra de Dios para ponerla por obra es un gran ejemplo para nosotros, especialmente porque era un gentil, recordemos que la iglesia era 100% judía y que la religión judaica que tenía miles de años siempre los había excluidos a ellos de las promesas de Dios, sin embargo, aquel día Cornelio sabía que Dios lo estaba llamando y dispuso su corazón para oír el mensaje que Pedro traía de parte del Señor.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario