“Llegó la noticia de estas
cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que
fuese hasta Antioquía. Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se
regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles
al Señor. Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una
gran multitud fue agregada al Señor. Después fue Bernabé a Tarso para buscar a
Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. Y se congregaron allí todo un año
con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó
cristianos por primera vez en Antioquía”.
Hechos 11:22-26
INTRODUCCIÓN
La iglesia gentil en Antioquia había nacido y como
Lucas lo relata, el poder de Dios se movía entre ellos: “Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y
se convirtió al Señor”, (Hechos 11:21). Esto trajo un nuevo
despertad espiritual en esta parte del mundo oriental y las noticias de tales
acontecimientos habrían de llegar a Jerusalén, por lo que la iglesia de Jerusalén
tomaría la decisión de enviar a uno de sus representantes que confirmar los informes
y dar guía y ayuda espiritual a esta reciente obra que el Señor había iniciado
en este lugar.
Jerusalén envía emisarios a la iglesia de Antioquía
BERNABÉ ES ENVIADO A LA IGLESIA DE ANTIOQUÍA
“Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en
Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía”.
Hechos 11:22
Podríamos decir que un avivamiento llego a Antioquia y grandes señales acompañadas de conversiones dieron paso a la iglesia gentil en este lugar. Algunos han definido un avivamiento como un profundo despertad espiritual, caracterizado por la predicación poderosa, un mover extraordinario del Espíritu Santo y un respaldo en auténticas conversiones. Ante todo, la predicación de un verdadero evangelio y los corazones quebrantados por la realidad de su pecado que los impulsa a abrazar el perdón de sus pecados en arrepentimiento es una característica indispensable para hablar de un avivamiento o despertad, y ciertamente en Antioquía de Siria había ocurrido esto. Tan grande fue el mover del Espíritu Santo que la noticia llego a la iglesia de Jerusalén por lo que decidieron enviar a Bernabé para que lo investigara: Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía. La iglesia de Jerusalén, por ser la primera que inicio, parece que siempre confirmaba y hasta cierto punto asegurar que el progreso de estas nuevas iglesias se diera dentro del orden y doctrinas establecidas por la palabra de Dios, así paso cuando inicio la iglesia en Samaria enviando a Pedro y Juan: “Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan”, (Hechos 8:14). Luego, tenemos este acontecimiento que anunciaba el inicio de otra comunidad cristiana que no era judía y Bernabé es enviado para confirmar los acontecimientos. Es de notar que en este caso particular no fueron ninguno de los apóstoles los enviados, sino, Bernabé, lo cual resalta el hecho de la confianza que la iglesia de Jerusalén tenía en él por su testimonio y capacidad de trabajar en el ministerio. Hoy en día la iglesia necesita personas como Bernabé, de buen testimonio y dispuesto a poner sus habilidades y dones al servicio de Dios, en este caso, el hombre adecuado para ir a Antioquía y confirmar las noticias era Bernabé.
BERNABÉ ES ENVIADO A LA IGLESIA DE ANTIOQUÍA
“Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó
a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. Porque
era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue
agregada al Señor”.
Hechos 11:23-24
La llegada de Bernabé a Antioquía de Siria confirmaba las noticias acerca del avivamiento que estaba ocurriendo allí: Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. Las palabras, "... y vio la gracia de Dios...”, nos dan testimonio del mover poderoso del Espíritu Santo que era evidente para todo aquel que presenciaba el surgimiento de esta iglesia gentil, luego, la reacción de Bernabé nos habla de su buen corazón ya que al contemplarlo se regocijó y exhortó a los creyentes a permanecer fieles a la palabra. A pesar de que Bernabé era israelita, un levita originario de Chipre, este no tenía ningún prejuicio religioso, no sintió celos de que en una iglesia gentil el Espíritu Santo se estuviese moviendo, al contrario, se gozó en gran manera. El mismo Lucas, inspirado por el Espíritu Santo, escribe acerca de este hombre diciendo: Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Tres características resaltan a este hombre, era un varón bueno, es decir, era gentil y generoso, de buen corazón y dispuesto a hacer el bien, además, era un hombre lleno del Espíritu Santo y de fe, su ferviente consagración y devoción son resaltadas en el carácter de Bernabé. Una vez más, el mover poderoso de Dios en esta iglesia queda evidenciada con numerosas conversiones: Y una gran multitud fue agregada al Señor.
BERNABÉ LLEVA A SAULO A ANTIOQUÍA PARA TRABAJAR EN LA OBRA
“Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le
trajo a Antioquía. Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y
enseñaron a mucha gente y a los discípulos se les llamó cristianos por primera
vez en Antioquía”
Hechos 11:25-26
La visita de Bernabé pudo haber finalizado con la conformación de las noticias que habían llegado a Jerusalén acerca de esta nueva iglesia gentil y compartir un par de exhortaciones, para luego regresar a Jerusalén, pero realmente no fue así. Después de presenciar lo que el Señor estaba haciendo allí decidió contribuir a fortalecer la obra de Dios y por ello partió a Tarso para buscar a Saulo y convencerlo de que lo acompañara de regreso a Antioquía de Siria: Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. La acción de buscar a Saulo nos habla del enorme interés que Bernabé tenia de llevar a Saulo a Antioquía, podemos suponer que no fue fácil hallarlo ya que probablemente le había perdido la pista después de su último encuentro en Jerusalén, pero al final lo encontró en su ciudad natal, Tarso. Tarso era una ciudad de Cilicia, la parte sudeste de Asia Menor, sobre ambas riberas del río Tarso (antiguo Cidno) en un fértil valle y a 15 km de la costa del Mediterráneo. Actualmente está ubicada en Turquía. Al final Bernabé encontró a Saulo y como de deduce al leer el texto, debió convencerlo de participar en esta obra, por lo que ambos se fueron a Antioquía donde se congregaron allí todo un año y enseñaron a muchas personas: Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente. Vemos como ambos hombres aprovecharon la puerta que se había abierto en Antioquía para predicar el evangelio, su influencia, más el trabajo de Saulo y Bernabé impulsaría el evangelio en esta zona y fue justo aquí donde a los discípulos se les comienza a llamar cristianos: … y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.
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