¿Y si Cristo no hubiese resucitado? (1 Corintios 15:12-19)




“Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres”.
1 Corintios 15:12-19

INTRODUCCIÓN


               El apóstol Pablo ha iniciado un nuevo tema en esta interesante carta referente a la resurrección de los muertos y ha presentado el tema central de todo el evangelio: Que Cristo murió por nuestros pecados, fue sepultado, pero resucitó al tercer día. Ahora continúa con este tema ya que al parecer los cristianos en Corintio tenían problemas en cuanto a la interpretación de dicha doctrina. El tema de la resurrección era un problema para los griegos ya que ellos no creían que tal cosa fuera posible, sin embargo, ya el apóstol Pablo les ha demostrado que toda la Escritura, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento testifican este hecho, y de igual forma en este tiempo existían testigos presenciales de que tal maravilla había ocurrido con Cristo. Ahora de una forma hipotética, el apóstol reflexiona en lo triste que sería si Cristo no hubiese resucitado de entre los muertos, pero de igual forma las evidencias hacen más creíble el hecho de la resurrección del Hijo de Dios.

Cristo-resucitó
¿Y si Cristo no hubiese resucitado?


SI CRISTO NO HUBIESE RESUCITADO NO SE NEGARA SU RESURRECCIÓN


“Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?”.
1 Corintios 15:12

              En primer lugar, Pablo reflexiona diciendo que si Cristo no hubiese resucitado no se negará el hecho de su resurrección: Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos. Ciertamente la resurrección de Cristo es predicada y por eso había algunos que lo negaban. Para los griegos era bien difícil creer este hecho especialmente porque entre las enseñanzas de los gnósticos se negaba afirmando que el alma y la parte espiritual era buena y que el cuerpo era malo, un cuerpo hecho para los deseos de la carne, por lo cual era imposible que este cuerpo malo pudiese resucitar, de allí que para algunos filósofos la predicación de la resurrección era difícil de aceptar, tal y como paso cuando Pablo predico a los filósofos de Atenas: “Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez”, (Hechos 17:32). Aun entre los judíos existía una secta llamada de los saduceos que no creían en la resurrección (aunque la mayoría de judíos si creían en la resurrección como lo hacían la secta de los fariseos); algo que Pablo uso a su favor en cierta ocasión para dividir a una asamblea de judíos que lo acusaba: “Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó la voz en el concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo,  hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga. Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió”, (Hechos 23:6-7). Ahora bien, el hecho aquí es que Cristo ha resucitado y por ello algunos niegan tal hecho, porque si Cristo no lo hubiera hecho ningún enemigo del evangelio lo negaría.

SI CRISTO NO HUBIESE RESUCITADO VANA SERÍA NUESTRA FE


“Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe”.
1 Corintios 15:13-14

              En segundo lugar, si Cristo no hubiese resucitado nuestra fe fuese en vano: Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. La esperanza que nos envuelve es la promesa de la resurrección de los muertos porque aún después de la muerte nuestra esperanza es que Cristo nos salvara aun de la misma condenación eterna: “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”, (Juan 11:25). Antes de Cristo nadie había podido vencer a la muerte, pero después de su resurrección fue coronado como vencedor y por tanto, como el único que nos puede ayudar a vencerla y por ello Jesús afirma en el libro de Apocalipsis: “No temas; yo soy el primero y el último;  y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”, (Apocalipsis 1:18). Nuestra fe está cimentada en la victoria de Cristo sobre la muerte y esa victoria se selló el día de su resurrección, y por ello decía Pablo que si no hubiese resurrección Cristo no se hubiese levantado de entre los muertos y si esto fuese verdad nuestra fe fuera en vano; pero que bueno es saber que nuestra fe es verdadera y que nuestro Cristo y Dios ha vencido la muerte.

SI CRISTO NO HUBIESE RESUCITADO SERIAMOS TESTIGOS FALSOS


“Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan”.
1 Corintios 15:15

                En tercer lugar, si Cristo no hubiese resucitado seriamos testigos falsos: Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Lo que nos diferencia a los cristianos de los demás seguidores de sectas y herejías de este mundo es que nuestro mensaje es verdadero, ya que no predicamos fabulas o imaginación de hombre, sino nuestro mensaje es el testimonio verdadero del Hijo de Dios el cual resucito de entre los muertos y es un mensaje con poder para salvar y transformar al hombre, a diferencia de las religiones y filosofías de este mundo: “Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos”, (Hechos 4:33).

SI CRISTO NO HUBIESE RESUCITADO ESTARÍAMOS MUERTOS EN NUESTROS PECADOS


“Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados”.
1 Corintios 15:16-17

                  En cuarto lugar, si Cristo no hubiese resucitado estuviéramos aun muertos en nuestros delitos y pecados. La victoria de Cristo sobre la muerte le da la potestad de perdonar nuestros pecados por medio de la fe en su persona: “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación”, (Romanos 5:9-11). Que hermoso es pensar que gracias al sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario y su victoria sobre la muerte a través de su resurrección ahora nosotros podemos recibir ahora por la fe perdón de pecados y ser libres de la condenación eterna.

SI CRISTO NO HUBIESE RESUCITADO NOSOTROS TAMPOCO PODRÍAMOS RESUCITAR


“Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres”.
1 Corintios 15:18-19

              Finalmente, si Cristo no hubiese resucitado nosotros no solo moriríamos en nuestros pecados, sino que también no resucitaríamos para vida eterna: Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. Cristo resucito como las primicias de los que han de resucitar en el futuro: “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho”, (Romanos 15:20). En el futuro la Biblia aclara que todos los que han muertos resucitarán, unos para vida eterna, y otros para condenación: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”, (Daniel 12:2); y el mismo Jesús confirmo esta verdad: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”, (Juan 5:28-29). De tal forma que podemos estar seguros de que todos resucitaremos, unos para vida eterna y otras para condenación, y solo la fe en Jesús puede ayudarnos a ser parte de esta resurrección de vida, de allí que Apocalipsis dice: “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”, (Apocalipsis 20:6). Por tanto, aquí tenemos otra gloriosa promesa que nos alienta a todos nosotros y es el hecho de que un día resucitaremos para vida eterna, porque nuestros pecados han sido perdonados por la fe en el Hijo de Dios y su resurrección es la prueba irrefutable de que esto realmente ocurrirá.



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