“En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a
él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa,
porque morirás, y no vivirás. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo
oración a Jehová, y dijo: Oh Jehová, te
ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro
corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró
Ezequías con gran lloro. Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Ve
y dí a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y
visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años. Y te libraré a ti y a esta ciudad, de mano
del rey de Asiria; y a esta ciudad ampararé. Y esto te será señal de parte de
Jehová, que Jehová hará esto que ha dicho: He aquí yo haré volver la sombra por
los grados que ha descendido con el sol, en el reloj de Acaz, diez grados
atrás. Y volvió el sol diez grados atrás, por los cuales había ya descendido”.
Isaías 38:1-8
INTRODUCCIÓN
Ezequías un rey temeroso de Dios enfrenta una difícil situación, una enfermedad que lo arrastra a su muerte. Esta
historia bíblica nos muestra que como seres humanos estamos expuestos a
enfrentarnos a calamidades que amenazan con destruirnos, pero al mismo tiempo
nos da un gran destello de esperanza al mostrarnos los beneficios de
humillarnos delante de Dios.
Ezequías se humilla ante Dios |
I.
NUESTRA
EXTREMA VULNERABILIDAD EN ESTE MUNDO DE PECADO.
“En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a
él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa,
porque morirás, y no vivirás”.
Para esta
época el rey de Judá, Ezequías, había adquirido una enfermedad y se encontraba
muy grave en cama, por lo que Dios envió a Isaías con un mensaje muy
desbastador diciéndole que ordenara su casa porque de su lecho no se
levantaría, sino que ciertamente moriría. Uno puede imaginarse lo terrible y
devastador que es que alguien le dé un tipo de noticia como esta, sin embargo,
si lo pensamos bien, todos desde que nacemos tenemos una condena de muerte
sobre nosotros, cuántos años tendremos de vida, no lo sabemos, pero lo cierto
es que todos deberíamos considerar seriamente que un día, lejano o a lo mejor
cercano, nos enfrentaremos a la
muerte. La Biblia nos enseña que por
causa del pecado todos los seres humanos estamos condenados a muerte: “Por tanto, como el
pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”, (Romanos
5:12). También es cierto que por causa
del pecado en esta vida estamos expuestos a sufrir un sinfín de calamidades,
pero que bueno es saber los beneficios que obtenemos al humillarnos ante Dios.
II.
LOS
BENEFICIOS DE HUMILLARSE ANTE DIOS.
“Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo
oración a Jehová, y dijo: Oh Jehová, te
ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro
corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró
Ezequías con gran lloro”.
Qué
triste es saber que muchas personas se encuentran en situaciones sumamente
difíciles, agobiadas y cansadas de llevar sus cargas, desilusionadas al ver
como su vida no mejora, algunas clamando a dioses que no están vivos, otros
poniendo su confianza en las cosas efímeras de este mundo, pero sin recibir
respuesta. Al mismo tiempo podemos
sentirnos felices los cristianos de tener un Dios real a quien podemos acudir
como lo hizo Ezequías aquel día y de aquí que podemos ver al menos cuatro
beneficios de humillarnos ante Dios.
1. Dios Escucha nuestro clamor.
“Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo:
Ve y dí a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración,
y visto tus lágrimas…”
El
primero de todos los beneficios que tenemos con Dios es la seguridad de que nos
escucha. Muchas personas sienten un gran alivio de sus penas con solo
contárselas a alguien de confianza, y cuanto más saber que ese que nos escucha
es el Dios de misericordia. La misma Biblia nos enseña que Dios escucha nuestro
clamor en cualquier momento del día: “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus
oídos al clamor de ellos”, (Salmo 34:15).
2. Dios nos da vida y nos salva de cualquier situación difícil.
“… he aquí que yo añado a tus días quince años”.
Como
consecuencia que nos escucha, también Dios nos responde dándonos no solo vida
eterna, sino salvándonos de cualquier problema que tengamos. Aquí a Ezequías le
prometió que sanaría de su enfermedad y le dio 15 años más de vida. Cuantos de
nosotros hemos gozado de este don, muchos quizás ya estuviéramos muertos y
condenados de no ser por su infinita misericordia.
3. Dios nos promete su protección divina.
"Y te libraré a ti y a esta ciudad, de mano del rey de
Asiria; y a esta ciudad ampararé"
Otro
beneficio de humillarnos ante Dios es la protección divina que nos ofrece. Aquí
le promete al rey Ezequías que no solo lo sanaría, sino que también protegería
su vida y reino del malvado rey de Asiria. De la misma forma, Dios puede
protegernos a nosotros, solo tenemos que clamar y Él responderá: “Oye, oh Dios, mi
clamor; a mi oración atiende. Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando
mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, porque tú has
sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo. Yo habitaré en tu
tabernáculo para siempre; estaré seguro bajo la cubierta de tus alas”,
(Salmo 64:1-4).
4. Dios hace manifiesto a todos lo que hace en nosotros.
“Y esto te será señal de parte de Jehová, que Jehová
hará esto que ha dicho: He aquí yo haré volver la sombra por los grados que ha
descendido con el sol, en el reloj de Acaz, diez grados atrás. Y volvió el sol
diez grados atrás, por los cuales había ya descendido”.
Finalmente,
otro beneficio que tenemos de humillarnos ante Dios es el testimonio de la obra
que hace en nuestras vidas. Dios le prometió a Ezequías que haría una señal
como prueba que realmente ocurriría lo que le había prometido, y así ocurrió a
tal punto que no solo los sirvientes de Ezequías presenciaron la sanidad divina
del rey, sino hasta el rey de Babilonia: “En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de
Babilonia, envió cartas y presentes a Ezequías; porque supo que había estado
enfermo, y que había convalecido”, (Isaías 39:1).
CONCLUSIÓN.
Por
tanto, cuando nos humillamos ante Dios podemos estar seguros que obtendremos
los siguientes favores divinos.
1.
Escuchara nuestro clamor.
2.
Responderá y nos salvara no solo de la condenación eterna
sino también de nuestros problemas.
3.
Nos brindara su protección divina.
4.
Nuestra vida será un testimonio de las grandezas de
Dios.
muy agradecidas por compartir las escrituras
ResponderBorrarMe gustaron mucho las predicas Dios les bendiga.
ResponderBorrarAleluya
ResponderBorrarMuy hermoso El sermon, Dios Les bendiga
ResponderBorrarDios les bendiga
ResponderBorrarWaoo!!!gloria al señor Jesucristo por tan tremendo mensaje,DIOS continúe bendiciendo la persona que se dejó dirigir por el espíritu santo de DIOS para explicar este hermoso mensaje en el nombre de JESÚS de Nazaret .
ResponderBorrarQue don utilizo entonces? Fue fe?
ResponderBorrarDios les bendiga..saludos ..
ResponderBorrarGracias Dios por escuchar nuestra oración,en dias de tempestad Tu nos guardas bajo tus alas.
BorrarGloria a nuestro Señor Jesucristo. Gracias por la exhortación de este mensaje. Dios siga bendiciendo sus vidas.
ResponderBorrarhahaha... humillarse! a mis pies! Soy su Dios!
ResponderBorrarMuy linda enseñanzas, me gusto mucho
ResponderBorrarGrande enseñanza. DIOS! TE BENDIGA
ResponderBorrarMuchas gracias por que con estas aplicaciones podemos entender claramente el proposito de lis capitulos asi como de sus versiculos, llevandolos al lenguaje actual
ResponderBorrarGloria al Señor Jesucristo. Siempre nos tiene una respuesta a todas nuestras preguntas. El Señor Jesucristo te bendiga hoy y siempre.
ResponderBorrarGloria a Dios Aleluya, tú eres mi redentor el Grande Todopoderoso, gracias padre amado por todo tu amor infinito
ResponderBorrardoy gracias a Dios por este sermon en el cual Dios te a impirado a interpretal tan gran sinifica Dios te bendiga
ResponderBorrarBendito seas mi Dios por lo siglos de los siglos amen
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