¿Cómo se justificará el hombre delante de Dios? (Job 25:4)



“¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?”.
Job 25:4

INTRODUCCIÓN


            Estas preguntas fueron formuladas por un hombre llamado Bildad, uno de los tres amigos de Job. Él se preguntaba como el hombre siendo pecador podía ser justificado delate de Dios. La palabra justificación significa ser declarado inocente de algún delito o pecado. Es interesante ver que esta pregunta se formuló durante los primeros años de la humanidad sobre esta tierra considerando que Job es el libro más antiguo de la Biblia (1700 a.C.). También en tiempos del ministerio de Jesús un hombre le hizo una pregunta similar: “Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?”, (Marcos 10:17). Incluso hoy en día muchas personas se hacen esta pregunta encontrando muchas respuestas entre diferentes creencias y religiones. No obstante, la Biblia nos enseña que realmente uno puede llegar a estar seguro de nuestra salvación y responde satisfactoriamente a esta pregunta.

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¿Cómo se justificará el hombre delante de Dios?

                               I.            EL HOMBRE EN SU ESTADO NATURAL ES INCAPAZ DE SALVARSE.


“¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda,  No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre;  Quebranto y desventura hay en sus caminos;  Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos”.
Romanos 3:9-18

            En estos versículos el apóstol Pablo usa varios pasajes de los Salmos y de Isaías que nos hablan de la condición natural del ser humano. Sin Cristo no hay justicia en la vida del hombre, todos sus pensamientos, palabras y obras son malas y por consiguientes culpables del pecado delante de Dios ya que la paga del pecado es la condenación eterna. Sin embargo, más adelante el mismo apóstol nos enseña cómo podemos ser justificados.

                            II.            LA VERDADERA JUSTIFICACIÓN DEL HOMBRE.


“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados”.
Romanos 3:23-25

            Ya el apóstol demostró que todos sin distinción de raza o religión están condenados: Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, sin embargo, abre una puerta de esperanza al enseñarnos que el hombre puede llegar a ser salvado de este terrible camino. En estos versículos nos enseña cómo se efectúa la verdadera justificación:

1.      La justificación es gratuita, por gracia.


“… siendo justificados gratuitamente por su gracia…”

            En primer lugar, la justificación de Dios no es algo que se gana por medio de las buenas obras o a través de una religión, es gratuita. Pablo nos dice que esta es por gracia. La gracia es un don de Dios, un regalo que el ofrece al ser humano por su gran misericordia y está a disposición de todo aquel que lo desee.

2.      La justificación es la obra de Cristo en la cruz del Calvario.


“… mediante la redención que es en Cristo Jesús…”

            Esta justificación hoy es posible gracias a lo que Cristo hizo en la cruz del Calvario. Él llevo en si todos nuestros pecados y tomo nuestro lugar al morir como el sacrificio perfecto que el Padre demandaba como paga por nuestros pecados. Aquí el apóstol utiliza una palabra de usada en el Antiguo Testamento. La palabra redimir era usada cuando alguien pagaba el precio de un esclavo (Número 18:15), y era usada por Dios cuando se refería a la libertad que había traído a Israel de su esclavitud en Egipto. De la misma manera Jesús nos redimió al pagar el precio de nuestra libertad del pecado en la Cruz del Calvario.

“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.
Hebreos 12:2

3.      La justificación se alcanza por fe.


“… mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre…”

            Esta maravillosa justificación se alcanza por medio de la fe. El propiciatorio no era más que la tapadera del arca del pacto donde el sacerdote rociaba la sangre de los animales sacrificados como expiación por los pecados del pueblo. Así el cuerpo de Cristo fue el propiciatorio donde nuestros pecados fueron expiados. Solamente tenemos que creer en Jesús y que su sacrificio es suficiente para perdonar todos nuestros pecados.

“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.
Romanos 10:9-10

4.      La justificación es una manifestación del amor y la paciencia de Dios.


“… para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados”.

            Finalmente, a Dios le plació manifestar su gran amor y paciencia al pasar por alto todos nuestros pecados. Todos merecíamos el infierno, pero en su infinita gracia envió a su Hijo Unigénito a morir por nosotros para que hoy podamos gozar de esta gran salvación.

CONCLUSIÓN



            El hombres desde que nace es pecador, pero Dios ha provisto un camino para su salvación que es la fe en el sacrificio de su Hijo amado, Jesús.


3 comentarios:

  1. Buenos días, Dios los bendiga. Con todo respeto que se merecen todos los que amablemente comparten este contenido, y también, agradecerles por tan valioso aporte, quiero evidenciar con argumentos de contexto Bíblico algo que no es correcta interpretación en la conclusión. El hombre no nace pecador... El hombre nace en inocencia porque el Señor Jesús dijo: ...Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. Marcos 10:14. Dios no reina en una vida de pecado. Otro texto: y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Le preguntaron a Jesús: —¿Oyes lo que dicen esos niños? —Sí —contestó Jesús—. ¿No han leído las Escrituras? Pues dicen: “A los niños y a los bebés les has enseñado a darte alabanza”. Mateo 21:16 NTV. Los que están sin pecado son los que nos enseñan a darle alabanzas a Dios.
    Por otro lado "Propiciar" es SATISFACER. Es decir, Jesucristo "satisfizo" las demandas de un Dios Santo que pedía que el sacrificio que se ofrecía para quitar el pecado del hombre, fuera perfecto, puro, limpio... Jesús fue el Cordero que llenó esas demandas. Saludos.

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  2. Romanos 5:12. "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" Los niños tambien son pecadores, solo que no han tenido la experiencia con la practica del pecado.

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    1. Nuestra naturaleza de pecado es parte de nosotros desde el nacimiento (Salmo 58: 3; Proverbios 22:15); nacemos en pecado. Incluso antes de que seamos conscientes del pecado, influye en nuestros cuerpos y nuestras acciones. El rey David escribió: "Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre." (Salmo 51: 5).

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